Pinturas Rupestres, reporte técnico de 1906.

Por las dudas, estracto de un reporte técnico de las Pinturas Rupestres de 1906.

Nordenskiöld, Erland. 1906.
Travels on the Boundaries of Bolivia and Peru. The Geographical Journal, JSTOR. Vol. 28, No. 2. (Aug. 1906), pp. 118-119.

Leído en la Royal Geographical Society, Londres, 26 de febrero del 1902.

Geográphical Journal es publicación de Royal Geographical Society y el Institute of British Geographers (Istituto de Geógrafos Británicos).

Ubicación: Se encuentra en los archivos del Grupo. Adquisicion a partir de JSTOR.

Importancia: Este tipo de reportes son muy antiguos y se pueden encontrar de muchas fuentes, casi todos mostraban los páneles más conocidos o aquellos que se encontraban a la vera de los caminos-carreteras, mostrándolos prácticamente como ornamentos de una agreste superficie; es en éste nuestro tiempo que dos reportes: del Ing. Rainer Hostnig (Ago. 2005) y el de la arqueóloga Patricia Vega (May. 2008) muestran que las Pinturas Rupestres y Petroglifos son una singularidad cultural de la civilización que pobló el área alpaquera de Carabaya. Esa es la pequeña gran diferencia.

Quizás sorprenda un poco el hecho que Raimondi no haya dicho nada sobre estas manifestaciones artísticas, como era costumbre suya; se explica ese detalle porque en su tiempo, parece que se temía por la pronta desaparición por sobreexplotación de la mítica "Carabaya Aurífera" de siglos anteriores (se obtiene esa impresión al leer con detenimiento algunos documentos de esa época, ver archivos del grupo), entonces, fue lógico que en esas circunstancias, el explorador italiano se abocara a describir más que nada las incursiones mineras auríferas nuevas (para su tiempo), fue la prioridad de su viaje, soslayando algunas importantes manifestaciones culturales y naturales, no describió, por ejemplo, varios de los vestigios antiguos de actividad aurífera o argentífera en la zona Carabaya de 1874.

...Rock paintings and carvings are rarely seen here. I must mention a grotto at Corani, lying far above the limits of cultivation and chullpas, in which the wall is perfectly covered with
figures. To this very day the Indians offer coca there. A few crosses painted in red above a number of incised figures are probably intended to counteract the evil influence the figures may be deemed to exercise. It was probably with the same idea that a priest read prayers above the painted grottoes at Quatchichocana* in North Argentina, in order to exercise witchcraft and evil.

This is, in brief, what I have discovered in fell valleys east of the Andes, bearing any close connection with the civilization of the Andean fells, more especially with builders of the
chulpas, who

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were probably the ancestors of the Aymaras. As we have ascertained, the remains of this
civilization is not met with farther east than the verge of the primeval or dense tropical forest, with the sole exception of the valleys of the fell, which afford to man about the same conditions of life as the lower parts of the Bolivian-Peruvian elevated plateau round Lake
Titicaca…

* Erland Nordenskiöld, “Resa i gränstrakterna mellan Bolivia och Argentina” Ymer, 1902, fig 8, p 451.