Al final, solo un espanto
En este corto tiempo en que estuvo siendo nuestro tema central el intento de vulnerar la integridad del Parque Nacional Bahuaja Sonene, en Carabaya1 fuimos testigos de una opción alternativa de consulta popular, nosotros mismos iniciamos nuestra campaña informativa que no nació en los medios de comunicación convencionales, una campaña más democrática y con mucho potencial y por los resultados, efectiva también.
Nos sorprendimos con la cantidad de información que se puede obtener por medio de recolección no necesariamente periodística, aunque, claro, todavía estos son los primeros ensayos para romper el monopolio informativo, que como todo monopolio es siempre más nocivo que positivo; en el caso del problema de la selva del Candamo, el rol de los medios de comunicación convencionales, fue el que siempre debieron haber jugado en todos los casos: de poderosos auxiliares informativos.
Lo mismo que los monopolios, son también francamente detestables todas las modernas formas de globalización, de anulación de culturas, de distorsión de las características particulares de cualquier sociedad especialmente las ancestrales como efecto de los abrumadores mercadeos tendientes a engullirse cualquier población-cultura pequeña. Eso sucede en forma más sensible en el caso de Carabaya y esta globalización que no solo tiene origen en el poderoso mercadeo de la cultura gringa, por desgracia, también es originado por nuestros propios hermanos que parecerían gozar anulándonos en el anonimato o en la confusión.
Decimos lo último porque en esta campaña provocada por el ensayo de injuriar al Candamo, tanto en Madre de Dios como en Puno (los dos extremos), desde ambos grupos que consideramos nuestros hermanos, vimos intentos de restar identidad cultural a la sociedad que protegimos y convivimos desde siempre con esta selva. Leímos "informaciones" originadas en esas fuentes, que no se ciñen a nuestra realidad, cada quien a su lado, cada cual esgrimiendo su propio interés o imaginando falsos apegos, mellando nuestra identidad como sociedad la misma que tenemos todo el derecho de mantener y que rechazamos con vehemencia.
A estas alturas, nos esta pisando el tiempo para tratar un tema que nos es también muy urgente, el de las Pinturas Rupestres y su relación con el Uranio de Macusani y alrededores. Por ello, nuestra defensa de la integridad del PNBS, la protección adicional de las áreas de amortiguamiento, la eventual orientación para un aprovechamiento no lesivo de sus características naturales (eso que los gringos llamarían: Sustainable) etc, tienen que convertirse en una preocupación consuetudinaria, como lo es hasta ahora el problema del Uranio desde hace ya varios años atrás cuando iniciamos nuestra emergencia personal y grupal por éste tema.