Como sabemos, en el gobierno de Toledo se fortalecieron las regiones, un histórico sueño descentralista del Perú de los siglos XIX y XX; su lógica fue poner los servicios del Estado más cerca del pueblo llano.
En la práctica, para un ciudadano del Perú oculto, se descentralizó la burocracia (se incrementó una antigua) con poderes de ejecución de la regulación nacional, de cumplimiento de normas, de administración subnacional, SIN PODER DE DESICIÓN, LEGISLACION O MANEJO ECONÓMICO; en consecuencia, ésta descentralización a la peruana, es una municipalización más (una instancia adicional de ejecución de los mandatos centralizados).
Y ¿cumplió su propósito?, rotundamente NO. Se convirtió en una barrera más alta que nosotros los ciudadanos del Perú profundo debemos saltar para llegar a ser escuchados por nuestro propio Estado que, como siempre, tiene centralizado el manejo importante de la desición en todos los rubros que hacen a la ciudadanía nacional y, por tanto, dificultó más el acceso a los beneficios de la connacionalidad.
A las cosas hay que llamarlas como son y eso que en el Perú dicen "gobiernos regionales", en verdad son municipios con jurisdición redundante por triplicado y funcionan terrible (http://waldirtuni.blogspot.com/2007/01/los-desparpajos-del-presidente-de-la_26.html); es más dificil y más caro acceder a la justicia, porque hay que gastar primero en Puno luego en Arequipa; es más dificil y más caro instalar una posta médica porque primero hay que tramitar en la región luego en Lima; primero se benefician de las promociones de actividades económicas estatales los ciudadanos que están más cerca a los organos regionales que los pobres, pobres etc.
Es doblemente caro ser suelo peruano de Carabaya (ejemplo), porque la tributación que se genera por las minas de Coasa, Usicayos, Corani, Macusani o cualquier otro distrito, tiene que aportar 50% para el funcionamiento del Estado peruano y 37,5% más para el funcionamiento de esta perjudicial burocracia regional adicional; (17,5 para el gobierno regional y otro 20% que correspondía a las prefecturas que se dividen hoy las universidades ubicadas en las capitales de región o cerca de ellas y otras instancias de caracter regional).
¿Por qué seguir alimentando éste parasitario micro-centralismo?