A LA VUELTA DE LA ESQUINA.

A LA VUELTA DE LA ESQUINA.
YA SE VIENEN!!!

5/11/09

Existen Mineros y mineros artesanales, (por si aca...)

Walter estuvo reclamando por la poca importancia que le dmos a la falta de alcance de la ley a la minería clandestina a escala industrial: el minero típico de Madre de Dios, parte de la selva baja de Carabaya, la que tiene nuevo acceso vial y Ananea (en la parte ultra - alta, en el límite meridional de Sandia); en verdad, es difícil estar en desacuerdo con su visión, a pesar de...



99 de 100 de esos Mineros (con M mayúscula) no son nativos, son advenedizos; tienen una mentalidad mercantilista de las más predatorias.



Usualmente son peruanos nacidos de padres migrados a la miseria periurbana de Lima o similares y devueltos después de haber sido zarandeados de la peor forma por lo cruda que fue su vida; esos empresarios clandestinos son los "devueltos" a provincias con una patada en el trasero por la Lima que no tiene espacio, no prevé nada bueno, ni sabe cómo hará para encargarse del futuro ni siquiera de la mitad de sus ocho millones de habitantes; peruanos que no conocieron en su pequeñez la esencia de la vida andina y, menos, de la amazónica.



Vienen a depredar, no conocen otra cosa que la miseria y se la quieren cobrar destruyendo lo que no les cuesta, ni les importa (el suelo que huellan); tienen su familia en Lima, su futuro esta en Lima (o más lejos), ellos están de aventura ultra-extractivista ocasional AL MARGEN DE LA LEY; así aprendieron que podrían sobrevivir. A éste tipo de peruanos pertenecerían típicamente señores como Cenzano (cuyas tropelías nos son familiares por lo que supimos en todo este tiempo).



En la cuenca media y parte de la alta del Inambari, en toda la zona a donde no alcanza más que alguno que otro caminito de herradura en medio de la charamusca, que usualmente no lleva más de 20 leguas; allí se encuentran las minas reservadas a los de siempre, a los micro-mineros que sin ser nativos todos, llevan una forma de vida alternando por temporadas entre la agricultura, la ganadería y el lavadero de oro.



¿Cuales son buenos y cuales los malos?.


Cuando son pequeños y micro mineros, todos son indiferenciables. Los primeros son los "devueltos de hoy", los que vinieron con la estupidez de "la ley de la selva"; no tienen la culpa de llevar por taparrabos una mano adelante y la otra atrás, no traen nada más que su desnudez y su avaricia callada; el oro nuestro de siempre, tendrá que encargarse de remendar ese rasguño más del gran harapo llamado Perú.



Los últimos, son los padres de los "devueltos de la siguiente generación", no tienen otra forma de sobrevivir o satisfacer sus necesidades mínimas; los balances individuales de cada una de sus actividades económicas, dan saldos negativos siempre; con el oro, salvan la olla.



Ambos grupos estan iniciaron su aventura minera forzados por las mismas condiciones de extrema necesidad, los unos terminan con lo que conocen, los otros, reservan algo para los ciudadanos del futuro; el Perú necesita ordenar a los excluidos que terminan ocupados en la minería; es preciso fijar límites, fijar TERRITORIOS (PARA TOMARLE LA IDEA AL ING. ARCE) delimitados a la minería de subsistencia y la industrial a pequeña o mediana escala que no son iguales, ni difíciles de delimitar o discernir cual es cual.



Los mineros de imperiosa necesidad


A los micro mineros, los que usualmente son controlados por las comunidades sin ningún problema son aquellos a los que me referí en varias ocasiones como la "última moneda del mendigo" que no puede perderse bajo ningún pretexto; (estos ciudadanos no todos son nativos, pero la mayoría se comportan como tal) su importancia trasciende las fronteras regionales de Puno; somos dueños de una riquísima mitología, tradición y esencia cultural construida por una historia de cientos de años aprendiendo a manejar los problemas que ocasiona el mercurio, la ganancia rápida, la minería y su relación con el suelo, con las chacras, con las otras actividades económicas, con la sociabilización de los jóvenes, con la vida misma (de todas ellas ya di algunas pinceladas, a ver si en adelante encuentro algún motivo para rememorar algunos más, o mejor si me ayuda alguien con ese aporte).



Por memoria a la trascendental importancia de las "más antiguas minas de oro de Sudamérica" (Raimondi, "las minas del perú") ubicadas en la vieja Carabaya, la micro minería de subsistencia debería reconocerse como actividad económica ancestral y ser declarada patrimonio intangible nacional (o aún de la humanidad) y su espacio natural debería protegerse por el Estado, o por lo menos crearle un status legal tributario diferente; que la preserve como actividad de importancia histórica.



La minería intemporal


Nostálgico se tiene que afirmar que ninguno de los lavaderos de oro en actual explotación en Carabaya o Sandia, son aquellos que dieron el oro para el Coricancha o ataviaron a los Incas; esos antiquísimos yacimientos (fuero eso, no lavaderos) ahora se encuentran como vestigios arqueológicos abandonados desde principios del siglo XVII aprox.



La mayoría de los lavaderos que se encuentran entre Sandia, Carabaya y, muy poco, en Madre de Dios destinados a la micro-minería de supervivencia de los comuneros, datan de época colonial; lo que no mengua su importante aporte hacia la construccion de la peruanidad, aun hasta ahora mismo.



Madre de Dios es el nuevo foco de la fiebre del oro, ésta es tan moderna que tiene una década y 'centavos' de historia. Por otro lado, Ananea, es una mina antiquísima, pero fue cambiando de propietarios, de modalidad de explotación, de cultura minera, de función social hasta convertirse en lo que hoy es uno de los ejemplos menos virtuosos del oro y la sordidez que provoca.


waldir


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