El Q'orikalis, con una /k/ muy debil, muy próxima a la /c/ española, es parte de este mismo glaciar, fue el monumento-remembranza que la antigüedad cusqueña les levantó a unos "cargadores de oro"; es la pequeña lengua de nieve blanca dirigida al norte que, dicen, esta próxima a desaparecer.
Hasta ahí todo bien.
(imagenes y edición de ellas del Ing R. Hostnig: AL FONDO, EL QHELK'AYA; EN SEGUNDO PLANO EL ROQUEDAL DE HUANCA- HUANCA A POCOS KM. DE MACUSANI; LAS 4 FOTOGRAFÍAS EN DETALLE MUESTRA PETROGLIFOS Y PINTURAS RUPESTRES QUE SE ENCUENTRAN EN ESE LUGAR).
Interpretando, eso de la superficie para escribir, cobra otro sentido, si se sabe como se sabe ahora que al costado mismo de este glaciar existió una cultura que se daba el gusto de pintarrajear en cuanta superficie pudiera, escenas relevantes de su vida prehispana; ese testimonio que ahora conocemos como el gran conjunto de más de 205 paneles diferentes de las pinturas rupestres de todas las épocas de Corani y Macusani.
(nota del autor, Ing. R Hostnig:VISTA DEL GLACIAR DEL QUELCAYA EN EL DISTRITO DE CORANI, CARABAYA. EN EL PRIMER PLANO UN CORRAL Y AL LADO DERECHO UN AFLORAMIENTO ROCOSO QUE ALBERGA PINTURAS RUPESTRES DE NOTORIA ANTIGÜEDAD)
Como mágico resulta saber que saliendo del Cusco, ese camino del sur-este hacia la selva de los Moxos y los Campas, tras esa montaña apta para los dibujos de algún gigante, se convertía en el sendero que recorria de lado a lado todo el territorio que fue la fuente principal del oro más antiguo y de mayor calidad de Sudamérica; el de la comarca de los Callahuayas, Carabayas o como se hayan llamado.
Esos y otros secretos de la historia no revelada al mundo "occidental" guarda este coloso; habla, con su nombre, sobre cómo es que unos hombres que dominaban o se adaptaban al quechua, solían tomar sufijos de la lengua que se iba extinguiendo: el Puquina (waya es plano o pampa en esa lengua desaparecida, según el maestro Cerrón-Palomino); habla de una mania antiquísima de pintarrajeadores de unas gentes que se dieron los modos para subsistir a más de 4500 msnm, dominando, a la vez, los otros que bajaban a menos de 300 msnm; habla del soberbio oro de la vieja Carabaya prehispánica, hace imaginar los tropeles de cargadores: "Kalis", cargados del metal para el dios sol, siguiendo el sendero directo para ofrendar su valiosa carga en el Coricancha, esa misma que, años después, cayera en manos del Rey de Madrid, llevado por sus esbirros Pizarro y compañía.
Tiene enfriados en su seno historia milenaria, si; pero, también, grita actualidad; alrededor, accediendo por el camino de Azaroma, estan las huellas de los pocos grados centígrados de más que son suficientes para derretir ese emporio de verdades ocultas. Se ve asi:
nota del artículo de origen en Pag 12, Buenos Aires, 5 -11 -2006: GRAN PROVEEDOR DE AGUA PARA LA REGION, EL GLACIAR DE QUELCAYA, EN PERU, EN 1980 Y –NOTABLEMENTE DISMINUIDO– EN EL 2002.
El Qhelk'aya se nos va; esa fuente final del agua y, por él, de la vida de la mágica selva del Candamo se muere porque esa es su desgracia; la montaña se debilita, casi deja de latir; es victima de lo irreversible, victima del mundo y sus azares.
por si faltara
Ninguno de los 6 grupos de glaciares tropicales que existen en la región Puno, 4 en Carabaya, se encuentran como humedal importante o reportado para protección internacional.
El manejo de cuencas de la región, mediante Prorridre, tiene o suele tener muy poca actividad en la zona, actualmente solo hay proyectado un pequeño sistema de irrigación en Crucero; aunque vital, es insignificante por la magnitud del territorio y la necesidad de este tipo de obras, además que esta hacia en lado de la cuenca del Titicaca y no en la del Amazonas (o que tiene muy escaso impacto benéfico para la población de la propia provincia).
No hay en el páis ley proyectada o pensada siquiera de proteccion de glaciares contra la minería u otros factores que pueden afectar s integridad.
¿por donde empezamos?.
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